SABADO MIDELT-NADOR
Ya estábamos impacientes por partir hacia la península, así que apresuradamente nos levantamos, desayunamos y gastamos los pocos dírhams que nos quedaban en una tiendecita que había a la puerta del hotel.
Después de una foto de grupo en la puerta del mismo que nos efectuó una amable y guapa mujer de la zona, la cual creo que era la directora del hotel, repostamos allí mismo y emprendimos la marcha hacia Nador.
FOTO DE TODO EL GRUPO DEL KOMANDO CH ANTES DE SALIR HACIA NADOR
Mas de trescientos kilómetros nos separaban de la costa, así que intentando hacer las paradas justas para el repostaje y el avituallamiento para poder aguantar la jornada, los doce componentes del Komando intentamos hacer de esta última jornada en tierras africanas, otro día mas, tan fantástico como los anteriores, para poder recordar cuando estuviésemos a miles de kilómetros de aquí.
PARADAS A REPOSTAR Y REPOSAR CAMINO DE LA FRONTERA
Ya era por la tarde cuando llegamos a Nador, estuvimos buscando un sitio para poder comer algo de caliente, ya que en toda la jornada solo habíamos tomado un café con leche y alguna que otra barrita que alguno llevaba en algún rincón de su equipaje.
POCO ANTES DE LLEGAR A NADOR
ENTRANDO EN NADOR
Terminamos en la entrada del puerto, si poder haber encontrado nada para llevarnos a la boca. No se quien, aún después de nueve días y ante la estupefacta y hambrienta mirada de los demás miembros del grupo y como por arte de magia, saco de su mochila una lonchas de jamón serrano, un chorizo de los buenos y una bolsita de frutos secos, los cuales se repartieron equitativamente para paliar un poco el hambre que llevábamos encima.
Ante la cantidad de chusma que había alrededor nuestro y de nuestras motos, lo cual nos hacia no perder de vista en ningún momento nuestros equipajes, decidimos entrar dentro del puerto y aposentarnos en un bar, para ponernos a salvo de cualquier percance con el personal que nos rodeaba y avasallaba en la zona, donde pedimos unos bocadillos y nos pudimos tomar unas coca colas y un te mientras se hacía la hora de embarcar.
ESPERANDO EMBARCAR
Llegada la hora de subir al barco y después de que nos cuñaran nuestros pasaportes, metimos las motos en la bodega y subimos a recepción para que nos guiaran a nuestros camarotes.
EN LA BODEGA DEL BARCO POCO ANTES DE PARTIR HACIA ALMERIA
Aún me acuerdo del pollo que se montó en el barco, ya que los camarotes no coincidían con los contratados desde la península, así que nos sublevamos en recepción hasta que nos los cambiaron por otros, que por supuesto eran mejor que los primeros.
Después de comernos unos bocatas en el bar del barco, nos fuimos a la cama, ya que a las pocas horas, estaríamos viendo tierras almerienses.
La verdad es que aunque daba pena que se acabara el viaje, teníamos ganas ya de pisar tierras españolas.
MARRUECOS X: http://cronicasdesalvags.blogspot.com/2007/12/marruecos-x.html
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