domingo, 10 de septiembre de 2017

TIERRAS DE LEYENDA, EN BUSCA DE LA BARONÍA DE ESCRICHE



MURAL QUE ESTABA EL LA CASA PALACIO DE LA BARONIA DE ESCRICHE, Y HACIA ALUSIÓN A LA LUCHA ENTRE EL BARÓN Y EL DRAGÓN



Esta historia, verídica o no, ha sido contada de diferentes maneras en otros tantos romances de ciego que han circulado por todo lo largo y lo alto del reino de Aragón.

Pero así lo sentí yo y así voy a contarla:

  La “fiera” conocía perfectamente la ruta del Barón desde su casa en la Plaza de San Juan (actual Casino), hasta la Casa Grande, ya en plena Baronía. El Barón solía subir y bajar a Teruel, desde sus propiedades, siempre llevando séquito. Por tal circunstancia la “fiera” solía conformarse con atacar a sus ganados y amedrentar a sus pastores.

  Un día, cansado de las fechorías de la “bestia” decidió acabar con ella. Para lo cual se desprendió del séquito que le acompañaba y defendía. De esta forma esperaba que “el hijo del averno” esta vez, sí, diera la cara y le acometiera.

  El encuentro tuvo lugar al pasar el de Escriche por el angosto estrecho que hay junto a la Peña el Macho, en el llamado Barranco de Río Seco. En la dura y estremecedora lucha que se desarrolló en tan solitario y apartado lugar, el Barón tenía el sol de cara y la “fiera” de espaldas, lo cual favorecía al enemigo. Sin embargo, el Barón aprovechó la desventaja haciendo que su pulidísimo espejo reflejara los rayos de sol sobre los ojos de la fiera. Aturdida la “bicha” un instante, fue aprovechado este momento de duda por parte del barón para clavarle la espada en su corazón y darle muerte.

  Terminada la lucha y alertados por la algarabía y gritos que ambos habían dado en el combate, llegaron de Valdecebro y de las masadas de la Casa Grande un sin número de gentes a contemplar la muerte de tan endemoniado animal.

  Pero, no acabaron aquí las dichas y venturas para los de Teruel en este señalado día de San Jorge pues, el Barón, tras golpear su espada manchada en sangre sobre la Peña el Macho, hizo brotar milagrosamente de ella un agua tan pura, que los de Teruel decidieron llevarla hasta la ciudad para beneficio de todos sus habitantes.                                                                                                                                             

  El título de Barón le fue otorgado por nuestro señor, el Rey del Aragón, en reconocimiento de tan claros servicios prestados a la comunidad. El Barón, al día siguiente y como pago a sus servicios por el rey, hizo de su propiedad tanto como abarcó cabalgando a lomos de su valiente caballo desde el alba hasta el ocaso. En total, la Casa Grande y doce masías con sus territorios.

ARAGON INSOLITO-ESCUCHAR



BARONIA, UN POCO DE HISTORIA..EL VIDEO 
 

Y aquí empiezo yo mi pequeña aventura, intentando recorrer los pasos del Barón, desde su enfrentamiento con el maléfico dragón hasta sus posesiones en la baronía.


Me dirijo por la autovía para no perder tiempo hasta que llego a la salida de Alcañiz, muy cerquita de Teruel, y desde  aquí, tomare el desvió hacia Valdecebro donde me topare con “La Peña del Macho” lugar donde supuestamente tuvo lugar la sangrienta batalla entre el dragon y el aun no todavía Barón.




Las vistas son impresionantes e intentándome imaginar cómo fue tan dura y cruenta pelea, me pongo otra vez mis armaduras, subo a mi caballo y me dispongo a parto raudo y veloz hacia tierras de Escriche.


Al poco atravieso Valdecebro, un pueblo muy pequeñito y sin apenas habitantes, lo cruzo en pocos segundos y enseguida me meteré en una pista, única salida de la villa hacia el sur.

El camino está seco y polvoriento, así que voy despacio intentando no levantar mucha polvareda.


Poco a poco va cambiando el paisaje y van apareciendo cada vez más pinos hasta que de pronto me veo ya en territorio del Barón, lo intuyo por el frescor de la zona, por su verdes prados y por sus frondosos pinares.


Sigo pisteando a mis anchas y sin ninguna prisa hasta que empiezo a ascender desde la llanura y la pista se va convirtiendo prácticamente impracticable, así que doy la vuelta como puedo en mitad de una cuesta llena de surcos y mucha piedra suelta intentando salir de la encerrona, voy solo y no es cuestión de arriesgar. Volviendo sobre mis pasos voy en busca de la opción B,  en mis rutas siempre tengo opción B, así que hacia Corbalán donde cogeré una estrecha pista asfaltada que me acercará a la Casa Grande de la Baronia.





La pista sube y baja varias veces y se va retorciendo para salvar la difícil orografía del terreno hasta que a unos 15 minutos de trayecto la veo delante de mí como si me estuviera esperando.




Asciendo un poco y paso frente a ella, aparco la moto y me dispongo a visitarla.Esta casi todo vallado y veo un par de operarios trabajando en lo que parece una ermita.

 VISTAS DE LA CASA GRANDE A OJO DE DRON







Me acerco a ello y me preguntan:

Que, de excursión?

Les respondo afirmativamente y les pregunto si  puedo acceder al recinto a lo que me contestan que sin problemas. Así que cámara en mano, gorra y gafas de sol me dispongo a explorar el terreno.






La Casa Grande está compuesta por un palacio, una iglesia pegada a él, y en la parte de abajo lo que parece una ermita donde están trabajando en labores de restauración los dos operarios.


 





 Ellos me comentan que en la ermita aparecieron mas de 100 enterrados, que los sacaron de allí los arqueólogos antes de empezar las obras, para  luego enterrarlos de nuevo terminadas ya las labores de restauración. También me comentan que es la ermita mas antigua de Teruel.




Del palacio no queda nada de él, solo una esbelta construcción de hormigón, como imitando al antiguo palacete y que quería haber sido un hotel, pero que está parado bastantes años por falta de presupuesto.  











La villa de Escriche, también llamada en Corbalán Baronía de Escriche en clara referencia al título de los señores de Escriche,  comprendía la llamada Casa Grande de Escriche y las masias de La Casa Baja, El Espinal, Fuen del Berro, La Hita, La Rinconada, La Solana y La Peñuela. Siendo el núcleo central la casa Grande que se encuentra a 7 kilómetros de Corbalán, aproximadamente.


Escriche fue villa y municipio independiente hasta la década de los años 70 del siglo pasado en que paso a incorporarse al municipio de Corbalán. En la Casa Grande se ejercía al capitalidad de la villa y se halla el palacio del Barón de Escriche también llamado Casa Grande y del cual toma nombre la masía.

El casco urbano de la Casa grande esta compuesto por el palacio o Casa Grande propiamente dicha, la iglesia de San Bartolomé, dos pequeñas casas de una planta de servicios auxiliares ( corresponderían a la casa del guarda forestal y del personal encargado del cuidado del camino ), diversos corrales y pajares y el cementerio. Todo ello situado alrededor de un plaza rectangular en cuyo centro se alzan tres majestuosos chopos.

De Escriche lo más destacado es sin duda la Casa Grande. Se trata de un palacio renacentista de estilo aragonés y gran tamaño residencia del Barón de Escriche. Este es un título nobiliario de origen medieval que pertenecía a la familia Sánchez Muñoz, propietarios a su vez de la Casa Grande:. Cuenta la tradición que era tal el poder del Barón de Escriche en sus dominios que tenía jurisdicción plena, es decir, que podía juzgar e incluso condenar a muerte por delitos cometidos bajo su jurisdicción. El palacio es un edificio rectangular de tres plantas situado en la falda de una gran colina. En la planta baja se situaban las dependencias de la servidumbre, la cárcel, las cuadras y el patíbulo. La primera planta era la planta noble: a ella se accede por una monumental escalera estando dividida en dos alas: la del señor de Escriche y el ala de la servidumbre. Destaca en las dependencias del señor de Escriche las pinturas murales que cubren las mismas con distintos motivos y que han sido objeto de diversos estudios y de una tesis doctoral.







Las vistas desde arriba son espectaculares, un verde prado lleno de chopos y rodeado de frondosos pinares que parece regado por algún pequeño riachuelo y que según leí querían convertir también en un campo de golf, que manera de destrozar cosas con encanto……


Bueno, después del reportaje gráfico, me dirijo por una pista más adelante en busca de lo que parece un pequeño estanque, lleno de juncos, agua, ranas y  mucha vida, donde desemboca un pequeño riachuelo y donde hicieron los lugareños de la baronía una especie de pequeña presa para retener el agua brevemente para saciar la sed de sus rebaños y de ellos mismos, antes de dejarla volver a su cauce para mantener verde todo ese valle que está a los pies de La Casa Grande.




Aquí paro y me saco un bocadillo, que con un poco de agua para saciar mi sed, me dará fuerzas suficientes para seguir ruta en busca de una torre llamada del Barón de Escriche y que me alejará unos kilómetros de la zona.




Así que tomo rumbo sur y no me resisto a parar cerca de Sarrión, donde pillare una destartalada y destrozada vía de servicio para dirigirme a una estatua moderna donde se encuentra una persona matando a un dragón, puede ser San Jorge o puede ser el Barón de Escriche, allá cada cual.


Sigo camino y tomo la salida de San Agustín, atravesándolo y dirigiéndome en busca de la torre que lleva el nombre del Barón y siguiendo las indicaciones del gps que me irá guiando por caminillos semiasfaltados, no tardare en llegar hasta ella, también llamado castillo de Pradas, cogiendo el nombre de la masía próxima a él.




La torre es lo que mejor se conserva, lo demás le cuesta mantener el  equilibrio  para no caerse. 





Junto al lugar hay también una Ermita del mismo nombre muy bien conservada, donde aparcare a Flavia a la sombra de sus muros mientras recorro el lugar.


El castillo está situado en un despoblado a unos 3 kilómetros de la población, próximo al límite con la provincia de Castellón. Su primera mención data de 1294 y se le puede considerar construido por la familia Escriche aunque posteriormente pasó a los Sánchez Muñoz. En el siglo XVII volvió a poder de los Escriche mediante compra y en el siglo XIX lo cedieron a la localidad de San Agustín, junto con la cercana ermita.

Las ruinas del castillo se encuentran junto a la ermita de la Virgen de Pradas, sobre una pequeña loma bordeada por el arroyo Barruezo. Es una construcción de planta casi cuadrada con obra de mampostería cuyo acceso se encontraba bajo una esbelta torre, también de mampostería y planta rectangular de 5 por 4 metros de lado y 10 de altura, cuyo remate almenado se ha perdido parcialmente.

En sus muros presenta las ménsulas que sostenían una buharda más dos aspilleras así como la puerta de ingreso situada en altura con arco de medio punto.

Queda parte del recinto amurallado y de algunas estancias, aunque algo deterioradas.



 MAS SOBRE LA ERMITA DE PRADAS-PINCHA AQUÍ

Después de algunas cuantas fotos, me iré en busca de la Masía de Pradas, donde me han dicho que hay un puente digno de admirar.

Al poco estoy atravesando la masía y al otro  lado ya veo el puente, de tres ojos, todo en piedra y adoquinado, parece que haya retrocedido varios años atrás.





Después de contemplar el lugar durante un buen rato y gozar de su tranquilidad, doy por concluida mi ruta y cojo camino hacia casa, ya pensando cual será mi próxima rutaventura.


Han sido 280 kilómetros y una dura y calurosa jornada, muchas horas de estudio y preparación para poder contároslo como a mi mas me gusta.

Espero que os haya gustado y hasta la próxima…