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DOMINGO FEZ-ERRACHIDIA
Nos levantamos a primera hora, casi al alba y acompañados por unos cantos árabes que emitían varios megáfonos a lo largo de toda la ciudad, con el objetivo de llegar a Errachidia, previo paso por el atlas medio y en gran atlas, las dos cadenas montañosas mas importantes que atraviesan Marruecos de este a oeste.
VISTAS DESDE LA HABITACION DEL HOTEL
PARKING DE MOTOS DEL HOTEL
Después de organizar nuestro equipaje y desayunar unos huesitos que llevaba yo para casos de emergencia, salimos de la ciudad de Fez dirección a Ifrane, llamada también la pequeña suiza africana y que pronto descubriríamos el porque.
Arrancamos nuestras motos sin problemas, excepto la ktm de Miguel que nos dio algún problema, el cual se resolvió rápidamente.
MIGUEL CON SU KTM MOMENTOS ANTES DE QUE NO ARRANCARA SU MAQUINA
Después de atravesar el macizo de Kandar, a unos 1770 metros de altitud, descendimos un poco en altitud para llegar a Ifrane (1650 metros)
Conforme nos acercábamos al centro de la población, íbamos comprendiendo un poco asombrados, la razón del porque el nombre de “la pequeña suiza”, las casas que estábamos viendo se asemejaban mucho a las que hay en Suiza, con sus grandes tejados en punta para que no se acumule la nieve en época invernal. Grandiosos paseos y frondosos jardines muy bien cuidados nos iban acompañando como arropándonos mientras nos dirigíamos al centro de esta pequeña y bonita ciudad. Una vez llegamos a la plaza, nos quitamos los cascos y solo viendo nuestras caras, se podía deducir lo que estábamos viendo, un espejismo dentro de este país. Sin dudarlo un instante y con algo de hambre que traíamos, nos dirigimos a una terracita muy mona de una pastelería, donde nos pudimos deleitar con un café con leche y unos croissants que estaban buenísimos. Una vez nos deleitamos con tan suculento desayuno y con algo de frio, tomamos rumbo a Midelt, sitio elegido para comer.
DESAYUNANDO EN IFRANE
MOSTRADOR DE CAFETERIA
Saliendo de Ifrane y a unos cuantos kilómetros paramos a repostar las motos y nos quedamos asombrados viendo como adornaban y pintaban las gentes del lugar sus camiones. Empezamos a subir un puerto de montaña y poco a poco nos íbamos adentrando casi sin darnos cuenta en un gran bosque de cedros que se podría calificar de impresionante.
CAMION TIPICO DE MARRUECOS
De repente, yo que iba en cabeza, vi algo que se movía a mi izquierda y al disminuir la marcha para fijarme en lo que era, creí ver una manada de monos, lo cual me hizo frenar y salirme a mi derecha bruscamente, para poder contemplar junto a mis compañeros de viaje, semejante visión.
MONOS EN LOS BOSQUES DE CEDROS
Después de unas cuantas fotos, persecución a los macacos incluida, emprendimos de nuevo la marcha. Al poco tiempo ya estábamos subiendo el ultimo puerto importante, el Coll de Zad, de 2049 metros de altitud y que nada mas lo empezamos a bajar paramos también un rato al ver un solitario cedro a nuestra izquierda, impresionante por su gran altura.
IMPRESIONANTE CEDRO A LA BAJADA DEL PUERTO
Conforme íbamos bajando, el paisaje se volvía más agreste, indicándonos que íbamos acercándonos cada vez más al sur del país.
PAISAJE DE CAMINO A MIDELT
Cada parada que hacíamos se nos acercaban niños de la zona, que la verdad, no sabíamos muy bien de donde salían y les dábamos siempre alguna cosa de las que llevábamos encima.
PARADA A DESCANSAR E INVASION DE NIÑOS TIPICA DEL PAIS
Por fin, y sobre mediodía, llegamos a Midelt, una ciudad poco lujosa y con un montón de gente que iban y venían por sus calles. La verdad que no sabía bien donde parar a comer, se me ocurrió preguntar a un guardia que estaba dirigiendo el trafico en la zona y no se como, acabé siguiendo a un lugareño que nos acerco a un bar cercano, donde se apresuraron a limpiarnos las mesas para que nos sentáramos a deleitar su suculenta comida.
Aun me acuerdo de las caras que pusieron Jorge y Miguel al ver semejante chiringuito donde yo les había conducido, pero después de comernos las bandejas de pinchitos, patatas y cebollas fritas, junto con una ensalada de tomate y aceitunas, terminando con un gran vaso de té, les cambio un poco su expresión facial. La verdad es que hacía mucho calor y estábamos también algo cansados.
SIRVIENDO EL TE
LOS COCINEROS
LA CARA DE JORGE
COMIENDO PINCHOS CON PATATAS FRITAS EN MIDELT
Salimos de allí hacia Errachidia y tras pasar un puerto de montaña, paramos a descansar y a fotografiar este bonito paisaje.
TUNEL DEL LEGIONARIO
Poco después pasamos por el túnel del legionario que sería la puerta que nos introduciría en las Gargantas del Ziz, una espectacular hendidura en la montaña, hecha por el paso de los siglos por el rio Ziz, el cual da su nombre al valle.
ENTRANDO A LAS GARGANTAS DEL ZIZ
FOTO DEL GRUPO
La sinuosa carretera nos iba adentrando siguiendo el curso del valle, y una vez en mitad de el, paramos a contemplar este espectacular paisaje, quizás mas tiempo de lo debido, pues cuando nos descuidamos ya estaba oscureciendo y emprendimos la marcha rápidamente hacia nuestro destino. Ya era casi de noche cuando nos encontramos con el embalse de Hassan Addakihill Tirhiorine, reflejándose los últimos rayos de sol sobre sus tranquilas aguas, lo que nos hacia presagiar que estábamos apunto de llegar a nuestro destino.
VISTAS DEL RIO Y SU VALLE
Entramos en la ciudad, ya de noche, sin saber muy bien donde ir, dejándonos llevar por un par de lugareños, imitando lo que hicimos el día anterior en Fez. Pero esta vez nos salió mal la jugada, ya que después de visitar varios hoteles y de perder mucho tiempo, no nos convenció ninguno, saliéndonos hacia las afueras, donde dimos con uno que más que un hotel, nos pareció un espejismo.
VISTAS DEL HOTEL EN ERRACHIDIA
Una vez negociado el precio con la persona al cargo, desmontamos de nuestras motos como si fuésemos jinetes después de un duro día cabalgadura. Cansados, muy cansados, nos dimos una ducha y enseguida nos pusimos a cenar. Después de un rato de charla y muchas risas, con un té en la mano, dimos un último vistazo a la ruta del día siguiente y nos fuimos a dormir.
MARRUECOS IV: http://cronicasdesalvags.blogspot.com/2007/12/marruecos-iv.html
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